Me encuentro enfermo de la vida,
de las obviedades por las que las personas se alegran.
Me gustaría decirte que voy a dejarte
para que crezcas sin mí,
para que mi feliz amargura
no te coma tus días de dicha.
Me gustaría decirte que te dejaré
en cualquier orilla de este grave camino
que conduce a otro mejor, pero sin nosotros.
Me agradaría más que nada informarte
que te entregaré a la Luna
para que reines con tu pureza,
para que desde arriba sólo me veas
como algo lejano, y seas capaz de mirar
hacia arriba donde diferentes estrellas te aguardan.
Pero no haré niguna de esas cosas.
Disculpa porque mi ausencia te matará conmigo,
porque el tiempo que no regalo marchitará tu belleza.
Disculpa por no dejarte ir,
porque te amo más allá que la cercanía,
más que todas las cosas que me alegran los días.
No te entregaré a la Luna, ni a nadie,
te entregaré a mis manos que terminarán
todas las noches amándote.
Disculpa por mi displicencia,
por no evitarte futuros daños.
Disculpa mi aburrimiento.
Disculpa que te ame más que al silencio.
No puedo dejarte ir nunca sin saber que me amas.
No puedo dejarte ir con tristezas,
con recuerdos coléricos que borran los felices.
No te dejaré nunca, y si me muero, te mueres conmigo,
pues te dije desde que te conocí,
que eres mía hasta mis células,
y comprende que si te daño, también me hago daño.
Disculpa por no manifestarlo,
pero en definitiva quisiera estar contigo sin hablar,
cualquier tarde de sol o nubes,
juntos cómodamente en nuestros cuerpos,
en nuestros brazos que hablan con caricias,
en nuestra boca que calla para no amargarnos la vida.
Gamaliel Garnica ©2013, Todos los derechos reservados
de las obviedades por las que las personas se alegran.
Me gustaría decirte que voy a dejarte
para que crezcas sin mí,
para que mi feliz amargura
no te coma tus días de dicha.
Me gustaría decirte que te dejaré
en cualquier orilla de este grave camino
que conduce a otro mejor, pero sin nosotros.
Me agradaría más que nada informarte
que te entregaré a la Luna
para que reines con tu pureza,
para que desde arriba sólo me veas
como algo lejano, y seas capaz de mirar
hacia arriba donde diferentes estrellas te aguardan.
Pero no haré niguna de esas cosas.
Disculpa porque mi ausencia te matará conmigo,
porque el tiempo que no regalo marchitará tu belleza.
Disculpa por no dejarte ir,
porque te amo más allá que la cercanía,
más que todas las cosas que me alegran los días.
No te entregaré a la Luna, ni a nadie,
te entregaré a mis manos que terminarán
todas las noches amándote.
Disculpa por mi displicencia,
por no evitarte futuros daños.
Disculpa mi aburrimiento.
Disculpa que te ame más que al silencio.
No puedo dejarte ir nunca sin saber que me amas.
No puedo dejarte ir con tristezas,
con recuerdos coléricos que borran los felices.
No te dejaré nunca, y si me muero, te mueres conmigo,
pues te dije desde que te conocí,
que eres mía hasta mis células,
y comprende que si te daño, también me hago daño.
Disculpa por no manifestarlo,
pero en definitiva quisiera estar contigo sin hablar,
cualquier tarde de sol o nubes,
juntos cómodamente en nuestros cuerpos,
en nuestros brazos que hablan con caricias,
en nuestra boca que calla para no amargarnos la vida.
Gamaliel Garnica ©2013, Todos los derechos reservados